El tulipán, con sus más de 150 especies, toma su nombre del turco ‘tülblend’, y esta a su vez del persa ‘dulband’. El origen del nombre del tulipán se refiere a la palabra turbante, por su similitud con esta exótica prenda cuando está la flor cerrada.
Existen diversas leyendas asociadas al tulipán, y hoy os traigo dos de ellas, una de Turquía y la otra de Persia.
El príncipe persa.
Cuenta la leyenda que el joven príncipe Farhad se encontraba locamente enamorado de Shirin, una de sus doncellas.
Al llegar a sus oídos la falsa noticia del asesinato de su amada, montó sobre su enorme corcel, y galopando hacia el acantilado más alto del reino, se lanzó al vacio. Al regar el suelo sus gotas de sangre, brotaron los tulipanes como símbolo de su amor por la doncella y el sacrificio realizado.
Desde entonces, se cuenta que en la antigua Persia el tulipán rojo sangre es el símbolo por excelencia del amor y la pasión.
Los jardines turcos.
Según esta leyenda, el pueblo Turco cultivaba con gran secretismo sus tulipanes, siempre custodiados por los mejores guerreros, siendo el intento de robo de las flores duramente castigado.
Entre sus enemigos, se referían a los ejércitos turcos como campos de tulipanes, por la gran cantidad de coloridos turbantes que se movían al unísono. Fue con la caida de Constantinopla cuando Occidente descubrió los tulipanes, asaltando los mercaderes los preciados jardines turcos y arriesgando sus vidas para hacerse con las flores.
Fue en torno a 1600 cuando los tulipanes se introducen en los Países Bajos, aflorando una obsesión por hacerse con los ejemplares más extraños y codiciados, como las ‘Semper Augustus’, ‘General Bol’ o ‘Admiral van Enkhuizen’.
Se cuenta que el gobierno tuvo que intervenir la situación, ya que se temía por una crisis financiera en el país, desencadenada por las grandes sumas de dinero que se llegaban a pagar en las subastas de tulipanes por los ejemplares menos comunes.
¿Conoces otras historias o leyendas sobre esta flor tan especial?