Siempre nos sorprende gratamente esa llamada, visita o correo electrónico que a posteriori nos vuelve a encontrar con los novios, clientes y amigos, agradeciendo nuestra colaboración en un día tan especial como el de su boda.

A menudo lo hacen en persona, con la intención de compartir con nosotros los buenos recuerdos de ese día, los nervios, las risas y las emociones a flor de piel.

La visita inesperada

El reencuentro siempre es agradable, pero lo que ocurrió la pasada semana fue especialmente gratificante. Nos visitaron Nadia y Stéphane, una bonita pareja asentada en Bruselas, que contrajo matrimonio en Gijón en agosto del año pasado, y en cuya ceremonia participamos dando color con nuestras flores.

Al cabo de un año, justo el día que celebraban su primer aniversario, aprovechando sus vacaciones por Asturias se plantaron en la puerta de nuestra floristería en Gijón para darnos nuevamente las gracias, y entregarnos una postal con dedicatoria incluida.

«¡Hola!

Ya ha pasado un año desde que el día 16 de agosto de 2013 nos casamos.

No nos hemos olvidado de todo lo que hiciste para nuestra boda.

Muchas gracias por el ramo, las flores de los chicos y del coche.

¡Un saludo y hasta pronto!

Nadia & Stéphane.»

Estos detalles son los que nos animan a seguir día a día ofreciendo el mejor trato a nuestros clientes, muchos de ellos ya amigos.

¡Gracias a Nadia y Stéphane, y gracias a los que están por venir!